Rojo Horizonte

Hola, Amiga. Hola, Ally.
Qué bonito suena. Ally. Me gustan muchísimo los nombres cortos.
Estoy escuchando esa canción que, para mí, marcó tanta esa etapa en que nos conocimos. Sigo siendo tu fan. Tus historias fueron mi salvavidas aquel verano en el que había muchas cosas que pudieron haberme preocupado y no lo hicieron, tus personajes estaban ahí para salvarme.
Te agradecería por cada una de esas cosas, pero sería una entrada bastante larga y temo que te aburras.
No soy nada paciente. Ya quiero que llegue el día en el que entre a esa libreria y vea tu libro publicado. Y lo compraré y le diré a la cajera que somos amigas.
Me voy tan tan lejos con esta canción. Me remonto a esos meses. Como que todo era más fácil.
Amiga te quiero mucho.
Gracias por todo.
Siempre.
No me olvides nunca.
No lo haré.

No.
No espero.
No espero que.
No espero que entiendas.
No espero que entiendas esto.
No espero que entiendas esto que te quiero.
No espero que entiendas esto que te quiero regalar.
No espero que entiendas esto que te quiero regalar en palabras.
No espero que entiendas esto que te quiero regalar en palabras amargas.
No espero que entiendas esto que te quiero regalar en palabras amargas de tinta.

¿Sabes?
¿Sabes? No.
¿Sabes? No soy.
¿Sabes? No soy quien ves.
¿Sabes? No soy quien ves aquí.
¿Sabes? No soy quien ves aquí sentada.
¿Sabes? No soy quien ves aquí sentada tan sonriente.
¿Sabes? No soy quien ves aquí sentada tan sonriente, estoy llena.
¿Sabes? No soy quien ves aquí sentada tan sonriente, estoy llena de emociones.





PARA TI.

« ¿Recuerdαs cuαndo te decíα que escuchαrte me hαcíα feliz, qué limpiαbα todα lα suciedαd y mugre de un día? Bien, pues... αhorα, que no te tengo, me temo que estoy contαminαdα. »

De nada ya.

De nada sirve hacerse victimas.

Ni el haber pensado que las cosas serían igual.

Tú dijiste “soy la misma” pero demostrabas contrariedad.

Tú dijiste “soy tu amiga” y abusaste la confianza que te quise dar.

Tú dijiste “soy tu fan”.

Pero… nunca me conociste de verdad.

¡De nada ya! De nada sirve todo esto más.

Alors que tes yeux sont sur elle

Escena 1
Toma A3
Director´s cut
Fui. Fuiste. Fuimos.
Más conjugaciones que sentimientos. Más sentimientos que conjugaciones.
Caminaste por el trazo de cantera que te llevaba hasta a mí y sonreíste. Te alegraste de encontrarme ahí. De saber que no te había fallado.
-Vamos a dormir en el pasto
-Hace mucho calor
-Vamos a dormir en el pasto

No dormimos al principio, sin embargo, platicamos y nos distrajimos un rato en pequeñas tonterias. La cámara estaba encendida. Era un plano a raz, lo sé porque aún tengo guardado ese pequeño clip.
Sonríes. Dices alguna tontería. Me pongo un poco nerviosa. Siento que te das cuenta, pero la verdad es que tú no lo sabes. Eres distraido. Siempre estas tan perdido.
El sol comienza a quemarme en la espalda pero no me preocupa. Me recuesto en mis brazos y cierro los ojos. Haces lo mismo. Nos quedamos en silencio.
El ruido de los pies, los autos, las personas y la fuente de la plaza nos rodea.
La cámara continua encendida.
Existes. Existes en mi mundo. No te inventé. No del todo.
Está pasando. Estas aquí. Al fin.
Y no comienzo a fantasear con un futuro no porque sepa que no existe, sino porque simplemente fantaseo con nuestro presente.
Mi mente no descansa. Puedo sentirte. Las cosas están bien.
Me da pena que me veas. No me siento segura. No puedo sostenerte la mirada. Desde siempre. Mala señal.
Es todo muy emocionante. El día de hoy tu esencia es diferente. Transparente.

Aún faltan varios minutos de video antes de que te vayas para siempre.
La cámara sigue encendida.

Evolución.

No me digas que las mariposas son las únicas que progresan porque te pegaré. No me digas que sólo las aves son las que despliegan sus alas para volar. No me digas. No digas que la vida animal evoluciona más. No me digas. ¡No me digas tonterías! Animales somos. Porque sabes bien, que tú cambiaste. Y yo también.

Me quedé sin palabras.

Pasaba por aquí, caminando, me dirigía a otro lugar. Pero entonces me quedé. Las notas musicales hicieron que me sentara, que analizara la acústica y que divagara en esa cuerda floja que vibraba cada vez que esas manos la tocaban. Puedo recordar con exactitud la vibración que sus dedos entonaban, y la pequeña y disimulada sonrisa que hizó cuando subió un fragmento de segundo los ojos. Entonces sé que nada puede ser tan bueno, ni tan relajante. Aunque admito que me sentía algo tensa; ese pasar de horas tan rápidamente y yo no tenía una respuesta clara a la situación. Aaah…